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Cuándo y cómo
Cambiar las cuerdas del Bajo
Mira, no te voy a engañar. No creo que exista una forma facilísima y rápida de cambiar las cuerdas de tu Bajo.
Pero oye, cuanto termines de leer este artículo vas a ver que tampoco es para tanto.
Ahora bien, si es la primera vez que te enfrentas a un cambio de cuerdas, entiendo perfectamente que no sepas ni por donde empezar.
Es normal, nos pasa a todos. Y más aún después de haber invertido en un buen juego de cuerdas de Bajo.
Es entonces cuando pensamos, ¿por qué narices los fabricantes no incluyen un pequeño libro de instrucciones con los ajustes básicos?
No lo sé, yo tampoco lo entiendo.
El caso es que siempre llega ese momento en el que te ves obligado a cambiar las cuerdas por ti misma/o, y… ¡Uff!
Pues espero que tu primera reacción no haya sido quitar las viejas, enroscar las nuevas, y a correr.
Créeme, no serías el primero, ni tampoco el último que hace esto durante años.
Pues bien, quizá no es imprescindible saber octavar un Bajo. Y es comprensible que muchos tengamos reparos para ajustar el alma.
Pero ningún Bajista, repito, ninguno, debería no saber cómo cambiar las cuerdas correctamente.
Y no solo porque es un ajuste que puede que debas realizar en los momentos menos oportunos (imagina un directo en el que se rompe una cuerda…).
Sino que, también, porque es uno de los mantenimientos más importantes para sonar bien, y mantener la afinación por más tiempo.
Así que, si estás aquí porque quieres saber cuál es la mejor forma de colocar cuerdas en un bajo eléctrico, atenta/o a los siguientes consejos.
Tu Bajo no solo sonará mejor, sino que además va a mantener la afinación por más tiempo. Y no tener que afinar constantemente sí que es una ventaja.
El momento de afrontar el cambio
Hay varias preguntas del millón cuando nos adentramos en el mundo del Bajo eléctrico.
Y, algunas de las más importantes, surgen cuando caemos en la cuenta de que las cuerdas se cambian en algún momento.
Por ejemplo, yo creo que la primera es sin lugar a dudas:
- ¿Cómo saber si debo cambiar las cuerdas?
A partir de aquí viene el torbellino de dudas, disgustos, y demás tópicos. Porque, lo más normal es que cuando te preguntas esto… ya sabes el dicho «cuando el río suena…».
Así que te pones a investigar un poco, descubres la gran variedad de tipos de cuerdas para Bajo, ves sus precios y… viene la siguiente pregunta:
- ¿Cada cuánto tiempo es recomendable cambiar las cuerdas?
No te preocupes, nadie se imagina que comprar un coche también requiere revisiones, cambiar piezas, arreglos, etc. Esto nos pasa a todos.
Pero hay que hacerlo, y hay que pagarlo. Y el Bajo eléctrico, como el coche o como cualquier otro instrumento, también requiere de un mantenimiento y renovación de accesorios.
Y sin duda, el cambio de cuerdas será uno de los que más vas a realizar durante toda tu vida como Bajista.
Así que, sí. Este artículo es importante abordarlo en profundidad tanto si llevas años cambiando tus cuerdas de «aquella manera», como si después de leer todo esto te surge la pregunta final:
- ¿Cómo se cambian las cuerdas de un Bajo eléctrico?
Pues venga, rápido y ameno, pero punto por punto. Aunque si lo prefieres, puedes ir directo al método.
Por qué cambiar las cuerdas
Unas cuerdas viejas que piden a gritos ser cambiadas solo ofrecen grandes desventajas.
La primera, y más obvia, es porque ofrecen un sonido deficiente, sin cuerpo ni presencia. Y el Bajo eléctrico no es que destaque, precisamente, por su protagonismo en el grupo.
Es decir, colocar cuerdas nuevas no es solo cuestión de aparentar, y vestir con las mejores galas. Es cuestión de apreciar tu sonido, y ser tú el primero que valora tu papel en la música.
Además, las cuerdas con el tiempo pierden tensión (se estiran). ¿Que quiere decir esto? que tendrás que afinarlas cada vez con mayor frecuencia (con lo que nos gusta afinar a los músicos, ¿verdad?).
Pero, si nos ponemos finos, las desventajas de unas cuerdas en mal estado van mucho más allá.
Y es que, si no le das demasiada importancia, éstas pueden terminar afectando a otras partes del bajo como las clavijas, los trastes, o el diapasón.
Venga, ¿quieres saber si ha llegado el momento de cambar las tuyas?
Cómo saber si debes Cambiar las cuerdas
El 99,9% de Bajistas que en un momento puntual se preguntan si deben cambiar las cuerdas del bajo o no, es porque sí deben hacerlo.
Porque lo más normal es que, cuando un bajista se plantea si debe poner cuerdas nuevas, es porque ya empieza a notar que algo no va como al principio.
Mi recomendación es que atiendas a lo siguiente y te respondas con objetividad:
- ¿Vas a grabar en un estudio?
- ¿Crees que el sonido de tu bajo está más apagado de lo normal?
- ¿Sientes irregularidades al tocar y/o pasar tus dedos por las cuerdas?
- ¿Has empezado a tener que afinar con más regularidad que antes?
- ¿Tocas mucho y llevas más de un año sin cambiar el cordaje?
- ¿Dejas de tocar y ves tus dedos de otro color, o con un olor extraño?
No te preocupes, al leer este último punto no eres el único que se está oliendo los dedos…
Bromas a parte, si una o más de tus respuestas es un «Sí», entonces ya sabes que ha llegado el momento de cambiar las cuerdas.
A no ser, claro está, que tu bajo y sus cuerdas sean relativamente nuevos. Porque entonces, lo más probable es que simplemente tengas que limpiarlas (aquí el mejor método para limpiar cuerdas de Bajo y alargar su vida).
Cada cuánto cambiar las cuerdas
¿Tu conclusión final es que debes cambiar las cuerdas, pero te asustan los precios?
A ver… no te preocupes porque no necesitas cambiar las cuerdas todos los meses. ¡Ni mucho menos!
Pero esto no quiere decir que debas llegar a esos casos en los que las cuerdas tienen tanta mierda suciedad que incluso se rompen (aquí muchos miran hacia otro lado).
Lo mejor es analices el sonido de tus cuerdas periódicamente, y que determines el momento idóneo para cambiarlas.
Porque todo dependerá de la intensidad de uso, del estilo, y de las técnicas que utilices.
Porque no es lo mismo tocar reggae con dedos, o Hardcore con púa; tocar una vez por semana, o ensayar varios días; dar un concierto de vez en cuando, o tocar en una orquesta.
Es verdad que algunos te dirán también que depende de tu oído. De si te exige cambiarlas, o si prefieres hacer como James Jamerson (si ya has leído la historia del Bajo eléctrico sabrás a qué me refiero).
Yo, aquí, no me meto. Porque es muy relativo.
Por ejemplo, a mi unas buenas cuerdas (con un buen cuidado) me pueden durar:
- Más de un año en perfectas condiciones, si solo utilizo ese bajo para ensayar de vez en cuando en casa.
- 6-12 meses con ensayos regulares en casa.
- 4-6 meses con ensayos intensivos (2h/día, 3/4 días/semana en local, más práctica en casa).
Pero bueno, vamos a lo que hemos venido: cómo cambiar las cuerdas de un Bajo eléctrico.
Cómo cambiar las cuerdas del Bajo eléctrico
Lo primero que debes saber es que, cambiar las cuerdas al Bajo es bastante sencillo si te lo tomas con calma, y eres metódico.
Es verdad que no es el mantenimiento más rápido. Pero ni es complicado, ni tampoco te va a robar demasiado tiempo como para hacer un drama.
Eso sí, aunque reemplazar las cuerdas es quitar unas y enroscar otras, hay unos pequeños consejos que marcan la diferencia entre hacerlo bien, y hacerlo de cualquier manera.
Porque, al igual que hay una forma óptima para afinar un Bajo, también la hay para poner las cuerdas del Bajo y evitar problemas de afinación o sonido.
¿Empezamos? venga, ponte un disco chulo, abre una cervecita prepara un café, y al lío.
Estos son los pasos:
1. Prepara el espacio de trabajo
Fundamental. Decide en que zona vas a cambiar las cuerdas, y deja espacio suficiente para trabajar cómodo y de forma segura para tu instrumento.
Obvio, ¿no es cierto? pues no sabes la de personas que apoyan el bajo en una mesa llena de cosas, en el suelo sin cuidado, o incluso sobre sus piernas.
Lo mejor es:
- Despejar una mesa lo suficientemente grande para que reposar el bajo en horizontal.
- Colocar una toalla/manta debajo para evitar rayones, golpes, etc.
- Poner, por ejemplo, una almohada pequeña en el cuello del bajo para levantar ligeramente el mástil.
- Poner un trapo o gamuza encima de las pastillas.
- Prepara unos alicates que corten bien.
Solo con esto, ya podrás cambiar tus cuerdas cómodamente, y sin riesgo de dañar tu instrumento.
Claro, que cuando ya lo hayas hecho unas cuantas veces, te darás cuenta de que, tener ciertas tonterías como un soporte para instrumentos, o un bobinador de cuerdas, es una gran idea.
Bobinador de cuerdas
Manivela para cambiar cuerdas o afinar el Bajo mucho más rápido y sin esfuerzo.
Soporte para cuello
Soporte de luthier para apoyar el cuello del bajo sin dañar el instrumento.
2. No quites todas las cuerdas a la vez
Una vez tienes tu espacio de trabajo listo, es el momento de quitar las cuerdas viejas.
Pero espera, ¡no quites todas al mismo tiempo!
Las cuerdas ejercen una fuerte tensión constante a la que el mástil está acostumbrado. Y, si las retiras todas a la vez, es bastante probable que afecte a la configuración del alma.
Es decir, puedes provocar que varíe la curvatura del mástil correcta, o incluso que se dañe la madera si no está en buenas condiciones.
(Por eso, tampoco es recomendable guardar mucho tiempo un bajo sin cuerdas, o cambiar de un calibre fino a uno grueso sin ajustar el alma).
A la hora de colocar cueras nuevas, para reducir el impacto sobre el alma del bajo lo recomendable es cambiar las cuerdas de una en una.
3. Empieza siempre por la última cuerda
Al hilo de lo anterior, como podrás imaginar, la cuerda que más tensión aporta al mástil es la última. La de mayor calibre.
Por eso, es recomendable quitar primero la última cuerda para que las demás, juntas, puedan ayudar a contrarrestar esa falta de equilibro en la tensión habitual.
Puede parecer una tontería, pero a la hora de hacer las cosas bien todo ayuda. Y aquí no solo venimos a participar.
4. Afloja las cuerdas con paciencia
Ten algo de paciencia, y afloja las cuerdas con calma antes de quitarlas y/o cortarlas.
Quitar tensión a cada cuerda poco a poco (tampoco como una tortuga) es mucho más recomendable que, por ejemplo, cortar la cuerda de golpe.
Además, te recomiendo aflojar lo suficiente como para que al tocarlas apenas vibren. Es decir, que queden endebles y blandas sobre el diapasón.
De este modo es mucho más fácil manipularlas y retirarlas del tornillo de las clavijas.
5. Cuidado con el puente (o cuerpo) al quitar las cuerdas
Si ya tienes la cuerda fuera de la clavija, retírala con cuidada al pasar por el puente. Especialmente si tienes un bajo de gama baja/media y monta uno con las selletas medio sueltas.
En serio, no querrás que se desajusten. Yo en estos casos lo que ago es cortar la cuerda a la altura de la última pastilla con unos alicates, para que el recorrido sea el mínimo.
Además, cabe destacar que existen 2 tipos de bajos en este sentido:
- En los que las cuerdas se sujetan al puente.
- En los que las cuerdas atraviesan el cuerpo, y se sujetan por la parte trasera.
El procedimiento en ambos modelos es el mismo, pero si tus cuerdas atraviesan el cuerpo, y son roundwound, ten especial cuidado para no dañar la madera pues, si arrastras, se convierten en una sierra.
Esto no lo vas a notar la primera vez que cambies las cuerdas, ni tampoco las segunda o la décima.
Pero es posible que pasados unos años, cuando ya hayas puesto unos cuentos juegos de cuerdas nuevos, notes como en esa zona se ha hecho una pequeña hendidura. Lo justo para que la cuerda «baile» y no se asiente correctamente.
6. Revisa el ajuste del clavijero
Una vez has retirada completamente una cuerda, viene un punto que muchos, pero muchos, pasan por alto.
Y es revisar que todo el mecanismo del clavijero esté correctamente.
¿A que me refiero? a que no tenga holgura.
Para ello solo tienes que coger la clavija, por ejemplo como si fueras a afinar, y moverla hacia los lados (ligeramente).
Si el clavijero no se mueve, todo correcto, puedes seguir.
Pero si notas que está suelta, entonces lo primero que debes hacer es:
- Apretar la tuerca superior que sujeta el tornillo o casquete donde se introduce y enrolla la cuerda.
- Apretar el/los tornillo/s de la parte trasera que sujetan el clavijero a la pala.
Asegúrate de apretar lo suficiente como para que quede bien firme. Pero no te pases de fuerza, no siendo que dañes la madera de la pala.
7. Empieza a colocar la cuerda por el puente
¿Tus clavijas están bien prietas y sin holguras? es el momento de empezar a colocar la nueva cuerda.
Para ello, pasa la cuerda por el puente (o el cuerpo del bajo) hasta llegar al extremo de la bola.
Sí, ya sé que esto es algo obvio. Pues, como te habrás dado cuenta, las cuerdas tienen una especie de bola en su extremo.
Pero bueno, por si se da el caso de que alguien se lía a enrollarla primero en la clavija, y luego se da cuenta de que tiene que soltarla de nuevo.
¡Ey! no me digas nada, que no sería el primero, y estamos aquí para aprender. Así que nunca está de más advertir.
8. Quédate con el largo de cuerda necesario
Estira la cuerda completamente y, de forma recta, corta el largo o sobrante que no necesitas. ¿Qué sobrante?
La cuerda va enrollada al tornillo o casquete de la clavija que comentaba antes. Y un exceso de cuerda te obligará a tener que dar muchas vueltas.
Esto no es algo que sea incómodo (que también). Sino que, cuanta más cuerda enrollada, menos control sobre su tensión. Lo que hará que sea más inestable perdiendo su afinación con mayor frecuencia.
Además, puede que incluso que, al girar para afinar, no entre correctamente, y que alguna vuelta de la cuerda quede por encima de otra.
¿Cómo saber cuánto trozo de cuerda cortar?
Como decía, estira la cuerda del todo, haciéndola pasar por el carril de la cejuela o hueso, y mide:
- 15 centímetros a partir de su clavija si el clavijero es en línea (tipo Fender 4 cuerdas).
- 10 centímetros a partir de su clavija si el clavijero es en paralelo (tipo Ibanez 2+2).
Todo lo que sobrepase esa longitud de cuerda es lo que puedes cortar con ayuda de unos alicates (un corte limpio para evitar que la cuerda se deshilache).
De este modo, obtendrás un largo de cuerda justo para que con 3 vueltas de clavija (4 como mucho) esté afinada.
Pero mucho cuidado con pasarte cortando. Porque menos de tres vueltas no es muy recomendable.
¿Por qué? Básicamente por 2 motivos:
- El primero, porque con 3 vueltas de cuerda se cubre la mayor parte del poste de la clavija, y eso permite que no haya juego en el enrollado.
- El segundo, porque es desde la última vuelta desde la que sale la cuerda hacia la cejuela, y con tres vueltas te aseguras un mínimo de inclinación en ese recorrido (ahora te explico esto).
9. Acomoda la nueva cuerda en el tornillo
Una vez cortado el largo de cuerda correcto, el siguiente paso ya es acomodar la cuerda en el poste de su clavijero.
¿Cómo? introduce el extremo de la cuerda de forma perpendicular en el orificio del tornillo (hasta el fondo), y dobla hacia abajo.
Mi consejo es que ejerzas un poco de fuerza al doblar la cuerda para que se asiente mejor, y que la conduzcas ligeramente hacia donde empezará a enrollarse.
Digo esto porque puede suceder que, si no queda bien doblada y acomodada, al girar la clavija para terminar de colocar la cuerda se salga del orificio. Y vuelta a empezar.
Eso sí, ten en cuenta que la cuerda siempre debe ir desde el tornillo hasta la cejuela por el interior de la pala.
Por lo que:
- Si tienes un bajo con clavijas en línea, acomoda el giro de la cuerda hacia la derecha. Pues al girar la clavija a la izquierda para tensar, la cuerda debe enrollarse en el sentido contrario a las agujas del reloj.
- Si tienes un bajo con clavijas en paralelo, acomoda el giro de las cuerdas de las clavijas superiores también a la derecha. Pero, el de las inferiores hacia la izquierda, para que queden por el interior de la pala ya que se afinan al revés.
Parece confuso, lo sé. Y esto es mejor verlo. Pero cuando te pongas a lío vas a entender perfectamente este punto con un poco de atención.
10. Enrolla la cuerda en tensión y sin nudos
Ahora que ya tienes la cuerda acomodada, llega la parte final: enrollar la cuerda para tensarla, afinar, y disfrutar del sonido a nuevo que tanto nos gusta.
¿Cómo? empieza a dar vueltas a la clavija en el sentido contrario de las agujas del reloj (a excepción de las clavijas inferiores si es tu caso), y siempre sujetando y estirando la cuerda cerca del tornillo.
De este modo estarás ejerciendo la tensión necesaria para que gire correctamente, y para que puedas conducirla en la dirección correcta.
¿Qué dirección? aquí está el último punto crítico a la hora de cambiar las cuerdas bien:
La primera vuelta de la cuerda siempre debe quedar arriba, y las siguientes siempre por debajo de la anterior.
Es decir, al enrollar la cuerda, siempre debe ir conduciéndose hacia abajo. ¿Por qué?
Porque de este modo, la cuerda saldrá desde el punto más bajo del tornillo hasta la zona superior de la cejuela, con una cierta inclinación.
Una inclinación que es la que permite que, en ese pequeño recorrido, haya una gran tensión, y que toda la presión se sitúe en el cuello del mástil (extremo de oscilación junto con el puente).
Si ese recorrido quedara recto, lo más probable es que se produzca una especie de trasteo (cerdeo) entre la clavija y la cejuela, provocando un sonido desagradable.
Y, por eso antes te recomendaba que la cuerda tenga un largo correcto para que de al menos 3 vueltas.
11. Termina de tensar la cuerda y afina
Para terminar, cuando estés llegando a la última vuelta de la cuerda y ya empiece a estar muy tensa, asegúrate de que reposa en la hendidura de la cejuela.
Ahora ya puedes soltarla y terminar de afinar con la ayuda de un afinador.
Eso sí, mi consejo es que, a la hora de afinar por primera vez una cuerda nueva, le des un poco más de tensión.
Porque hasta que se acomoda correctamente, es normal que se afloje sola, y pierda la afinación.
Por ejemplo, si empiezas por la cuarta cuerda (Mi), afínala mínimo un semitono más (Fa) mientras cambias las demás.
No obstante, notarás cómo al principio las cuerdas pierden su afinación constantemente.
Por eso, lo que yo hago, es tensar de más las cuerdas y darle un poco de caña unas 3 o 4 canciones. Después ya lo dejo afinado correctamente durante unas cuantas horas, y repito hasta que, poco a poco, se estabilizan.
Conclusiones
Como ves, cambiar las cuerdas no es complicado, pero si requiere prestar atención a algunos detalles si lo quieres hacer bien.
Y, aunque a algunos les puede la prisa, es importante tomárselo con calma para mejorar el sonido un poco, y para no tener que afinar con tanta frecuencia.
Porque, ya que hemos pasado la barrera de hervir las cuerdas, y dado el paso de comprar unas nuevas, lo mínimo es sacar el máximo provecho de ellas. ¿no crees?
Así que, por concluir, recuerda los puntos más importantes:
- Cambia las cuerdas de una en una, empezando por la más gruesa.
- Ajusta el clavijero si al quitar la cuerda se mueve.
- Por muy grunge que parezca, no dejes que sobren 20 cm de cuerda (y no por los ojos que puedas sacar, que también).
- Enrolla las cuerdas haciendo que cada vuelta quede por debajo de la anterior.
- Afina más agudo hasta que la tensión de las cuerdas se asiente.
Y ya está. Fácil, ¿no crees?
Espero que si es la primera vez que te enfrentas a un cambio de cuerdas, no te queden dudas para saber como hacerlo.
Y que, si ya lo has hecho alguna vez, alguno de mis consejos te hayan ayudado a mejorar tu técnica de cambiar cuerdas.
Claro que, si crees que hay un modo mejor, o que algún punto no está demasiado claro, no dudes en comentarlo para que todos podamos aprender y mejorar. ¡Gracias!
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